Romper con el “deber ser” y elegir el deseo
“Aprendí que no estoy obligada a seguir lo que otros esperan de mí. Puedo soltar el 'deber ser' y elegir lo que de verdad deseo. Hoy elijo lo que me da paz.”

CLAUDIA

De la aprobación materna a la libertad emocional
“Tenía una codependencia muy fuerte con mi mamá. Sentía que debía compartir todo con ella, como si su validación le diera sentido a mi experiencia. En esta mentoría entendí algo fundamental: la única aprobación que realmente importa es la mía. Vi con claridad una lealtad invisible que me ataba. Una sensación de que debía sufrir de una manera que nos mantuviera unidas. Pero la gratitud no es una deuda. Hoy empiezo a elegir desde mí. A disfrutar. A expandirme. Por fin, en libertad.”

ESPERANZA

Elegirme a mí, aunque duela
“Mis padres viven conmigo. Mi papá ha sido alcohólico y abusivo toda la vida. Ahora está enfermo, casi no sale de su cuarto… pero cuando me acerco, me insulta. También lastima con palabras a mis hijos. En esta mentoría recibí algo que nadie me había dado antes: permiso para protegerme. Aprendí que estar cerca de alguien que solo trae maltrato, culpa y vergüenza… no es amor. Hoy sé que yo también merezco ser cuidada. Por mí. Me estoy eligiendo. Y por primera vez en muchos años, me siento en paz con eso.”

BRENDA

De la culpa heredada a la libertad emocional
“Cuando mis papás se divorciaron, yo era adolescente y la única hija. Mi mamá cayó en una depresión profunda. Me decía: ‘yo no te abandoné, él nos abandonó a las dos.’ Desde entonces, me sentí responsable de ella. Como si por haberme quedado a su lado, tuviera que cargar con su tristeza. Pero aquí entendí algo poderoso: eso no era amor. Era culpa. Por primera vez pude ponerle nombre. Hoy me repito: No hay deuda. Solo gratitud. Esa comprensión transformó mi relación con ella. Y conmigo.”

KARINA

Querido Ariel
“Te creía inalcanzable, casi un Dios. Creía que solo las personas famosas, millonarias y extraordinarias podían contactarte. Esta mentoría es mi Happy Spot. Un lugar seguro donde puedo ser vulnerable. Aprendí a mantener la curiosidad ante lo que me sucede, a dejar de juzgar, a buscar el equilibrio, a amar al prójimo como a mí misma… y a buscar lo que me da paz. Ariel, has tocado lo más profundo de mi ser. Te reconozco como un ser lleno de luz. Todo lo mejor.”

ELVIRA

Mi experiencia en la mentoría
“25 años de terapia y varios talleres del niño interior no lograron lo que esta mentoría logró en dos meses. Mi ansiedad desapareció. Siento la paz que tanto ansiaba. Estoy aprendiendo a verme, a conocerme, a elegirme desde el amor. A respetarme, a valorar mi vida, a soltar miedos. Solo tengo palabras de agradecimiento. Tu empatía, calidez y claridad, Ariel, no tienen precio.”

MARCELA

Desde las nubes
“Hoy me siento profundamente feliz. Quiero expresarte cuánto ha significado tu presencia en mi vida. A través de tus cursos y enseñanzas he experimentado una transformación interior que cambió mi vida. Me enseñaste a soltar cargas, a confiar en el flujo de la vida. A reconocer que el amor propio es el camino hacia la plenitud. Eres un guía que transforma vidas. Desde el avión, con gratitud.”

ALEJANDRO