UN POCO SOBRE MÍ

Uncategorized May 20, 2022

Desde pequeño crecí con una sensación de que había algo que todos entendían, una realidad a la que todos pertenecían, menos yo. Primero por la composición de mi familia de matrimonios mixtos, medios hermanos y la culpa derivada de sentir que de alguna forma las diferencias eran mi culpa.

Esa sensación se consolidó en mí, cuando a los 5 años me dijeron que no era suficientemente maduro para pasar a la escuela primaria con mis compañeros y que tendría que repetir el último año de kínder. No podía entender, que había hecho mal? Cómo podía ser que TODOS mis compañeros SI eran suficiente para entrar a la escuela pero yo no? El contexto de mi vida diaria junto con esta sensación despertó en mí un profundo deseo por entender DE QUÉ SE TRATA LA VIDA. Sentía que algo era diferente en mí, muchas veces me sentía incómodo en situaciones básicas de la niñez, porque por dentro estaba constantemente intentando entender mi lugar en este mundo. Parecía que nadie se daba cuenta de este diálogo protagonista que estaba teniendo dentro de mí y jamás me enteré que otros también lo estaban viviendo, pensé que era el único y ese contraste era doloroso y solitario. Me parecía que todos sabían lo que estaba sucediendo y lo que tenían que hacer, menos yo. El dolor generado por esta sensación me llevó por un camino de búsqueda por respuestas a preguntas que pensaba que solo yo me estaba haciendo.

Ese deseo de entender me llevó a interesarme en amigos, lecturas, películas, maestros y cualquier cosa que pudiera aportar algo a mi necesidad por respuestas y a los 14 años, en un viaje familiar a Tailandia, el libro LA NOVENA REVELACION de James Redfield, me abrió los ojos a comprender por primera vez que la realidad que estamos viviendo es una creación nuestra y que tenemos injerencia sobre cómo experimentamos esta increíblemente poderosa aventura de estar vivos. Los siguientes años fueron maravillosos, pude abrir y verbalizar lo que me había estado preguntando y compartir las respuestas que estaba encontrando con personas a mi alrededor, que a su manera habían estado buscando lo mismo que yo ¡No estaba solo! Por primera vez pude sentir que podía aprender y enseñar a los demás. La herencia de mi sensación de inferioridad derivada de mis experiencias en la infancia (como la del kínder) sobrevivió a todo este proceso y hasta el último momento en la escuela me acostumbré a ser el tipo de estudiante que siempre hacía todo a último momento y esa mala costumbre derivada de mi creencia de no ser suficiente, cuando terminaba la escuela y tenía que elegir una carrera, ganó fuerza y me empecé a sentir un miedo tan intenso que se apoderó por completo de mí. Aun así, aunque gane una beca de excelencia académica cuando entre a la escuela de Arquitectura, sabía en mi interior que no tenía la disciplina para ser exitoso en esta nueva etapa de responsabilidad. Enfrentarme por primera vez a tomar mis propias decisiones como adulto me mandó en un torbellino de dudas y angustia que desencadenó mi abandono de la carrera. No sabía lo que quería y peor aún, sentía que lo que fuera que fuese, yo no era suficiente para ello.

En esos meses de duda, un sueño vino a revolucionar mi vida, un maestro místico vino a mí una noche, a decirme que me estaba eligiendo a mí para que lo ayudara a compartir su sabiduría con el mundo de habla hispana, ese sueño fue tan intenso que me llevó a decidir dejar a mi familia y mudarme a Los Ángeles (California) para convertirme en su discípulo y estudiante. Durante 14 años, me dediqué a estudiar la sabiduría de la Kabbalah, enseñarla a miles de personas y orientar de manera personal a cientos más. Darle el poder a un maestro externo fue muy parecido a volver a ser niño y aunque el trabajo que hice significó un gran sacrificio para mí, sentía la tranquilidad de que seguía siendo niño y parte de la responsabilidad en mi vida estaba en manos de alguien mejor que yo. Todo cambió cuando me casé, me operaron de las cuerdas vocales y guardé silencio durante 6 semanas. En ese periodo, mucha de la atención que le estaba dando al mundo exterior, al maestro exterior, se volvió hacia dentro y empecé a vislumbrar algo que ya había intuido hace mucho. El camino espiritual es personal, íntimo y único. Fueron años de liberación, donde fui depurando mi mensaje, limpiándolo de dogmas y creencias personales.

Ese proceso de liberación y ser papá por primera vez, me llevó a entender que mi lugar ya no era dentro de una institución, ni bajo el tutelaje de figuras de poder, me di cuenta de que la regla de oro de la espiritualidad es la libertad y que dentro de un sistema dogmático de creencias, una institución llena de intereses y liderazgo amante del control, muchas veces privaba a la gente de esa libertad. Inmediatamente decidí tomar una dirección diferente, tomar un año sabático de introspección y terminando ese año, comencé mi camino como empresario, donde tuve la oportunidad de construir 2 edificios en Puerto Vallarta, México. Estas experiencias no solo me enfrentaron con algunos de los retos más grandes de mi vida, que me hicieron profundizar más que nunca en mi interior, y en conjunto con mucho trabajo interno, lectura, incontables sesiones con mentores y maestros maravillosos (incluyendo plantas medicinales de poder) y las epifanías que fui teniendo, las heridas que fui sanando, me fueron dejando más claro que nunca, que mi interés por entender las verdades fundamentales de la vida y ayudar a la gente  era mucho más grande que mi interés por los ladrillos.

En 2020, en medio de la pandemia, gracias a mi esposa, por primera vez en 5 años, me di la oportunidad de volver a enseñar. Dar el curso de relaciones conscientes ¨REALationships¨ con ella y ver el proceso de expansión de tantas parejas me volvió a recordar lo que amaba y decidí seguir preparándome, certificándome como coach profesional y aunque me tardé un año, comencé a trabajar con clientes, lo cual me ha traído la enorme satisfacción de participar y ser el catalizador de algunas metamorfosis maravillosas. 

Mi misión es inspirar a mis clientes a descubrir y crear su propio camino espiritual en libertad, alineando creencias y usando herramientas y métodos flexibles y personalizados. Creo que el autoconocimiento y la aceptación propia, son fundamentales en el proceso de hacer tu vida soñada una realidad y ser un aporte positivo al mundo. Mi sueño es tener un impacto positivo, ayudando a mis clientes a lograr breakthroughs, creer en ellos, sanar heridas y florecer en libertad. También crear una comunidad de personas afines que pueden apoyarse mutuamente en su crecimiento y expansión. Nos enfocaremos en crear nuevos caminos que nos permitan lograr TODOS nuestros objetivos y celebrar logros en integridad y diversión.

Actualmente vivo en Puerto Vallarta, México; con mi maravillosa esposa y coach de crianza Vanessa, mis dos tesoros Abrahami y Davidi y mi comapañero fiel de cuatro patas, Kimi.

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